PARIS-LA CITE DE LA LUMIERE
Paris: La Cité de la Lumière es como esos codiciados perfumes franceses, gustosos e intensos, pero contenidos en un pequeño frasquito. Este juego nos lo encontraremos en una pequeña caja, pero la idea que alberga es muy original y elaborada. Se nos presenta un enfrentamiento entre 2 jugadores, donde se luchará por tener la mejor colección de edificios iluminados. Habrá que idear estrategias para conseguir el máximo de puntos, a la vez que intentaremos tirar por tierra los planes del rival.
Paris: La Cité de la Lumière es un título de José Antonio Abascal. Un auténtico pelotazo que se ha expandido rápidamente por múltiples países, señal de que estamos ante algo de calidad. No te pierdas la reseña de este pequeño juegazo.
París, 1889. La gran exposición universal es la excusa perfecta para maravillar al mundo con el poder de la electricidad. Si París ya se consideraba la ciudad de la luz desde principios de siglo, gracias a la red de farolas de gas, la implantación de la iluminación eléctrica pública maravilló al mundo.
Paris: La Cité de la Lumière es un juego abstracto, pero con una temática que no ha sido pegada de cualquier forma, sino que encaja bien. Se nota que ha habido un trabajo de integración del tema y eso se refleja en los componentes: las losetas de adoquines, los edificios, las farolas y las diversas postales. Ciertamente podría haber tratado de cualquier otra cosa, pero haber elegido el París de finales del siglo XIX ha sido todo un acierto.
El título rebosa estrategia por todos sus costados. Recordemos que la partida se encuentra dividida en 2 fases. La primera es la que sirve para poner los adoquines y reservarse edificios para construir durante la segunda. Esta última fase, además de la edificación, también cuenta con la asignación de postales, que entregan acciones o efectos especiales de cara al desarrollo de la partida y/o de la puntuación final.
Todo esto teniendo en cuenta que lo importante es crear una buena aglomeración de edificios propios, así como tenerlos bien iluminados con el alumbrado público. Esto puede parecer sencillo y, en cuanto a mecánicas, lo es. Pero de cara a desarrollarlo, teniendo un rival enfrente, con el mismo objetivo, hace que la cosa cambie.
Ambos jugadores se disputarán un terreno inicial para agrupar las casillas propias y mixtas de la forma más eficiente de cara a colocar posteriormente edificios y de paso, estorbar al rival. El problema es que si quieres llevar la voz cantante en la colocación de losetas de adoquines, puede que el rival esté eligiendo los mejores edificios. Lo mismo ocurre en la segunda fase, habrá que ver si merece la pena apresurarse por colocar edificios o por elegir las postales más golosas.
Todo esto, carga sobre los jugadores de «Paris: La Cité de la Lumière» la necesidad de balancear las acciones a realizar. No siempre es bueno colocar casillas de adoquines o edificios cuanto antes. Será necesario ver cómo se desarrolla la partida, mientras no descuidas otros factores que también tienen importancia.
De todas formas debo remarcar que jugar a «Paris: La Cité de la Lumière» es sencillo. Lo difícil será ganar, en función de lo hábil que sea el rival. Lo bueno es que las partidas son bastante cortas, concluyéndose en menos de 30 minutos. Se debe tener en cuenta que no es un juego que tienda a generar AP y que su entreturno pasa en un suspiro. Por tanto, jugar de seguido la revancha es algo más que factible.
Respecto a la rejugabilidad de «Paris: La Cité de la Lumière», se debe recordar que se usarán sólo 8 postales al azar de las 12 que hay. Además, las losetas de adoquines surgirán de forma aleatoria a cada jugador. Puede parecer que esto no sea suficiente para darle una larga vida, pero nada más lejos de la realidad. Este tipo de juegos tan estratégicos, viven mucho de las jugadas que se decidan hacer y de las decisiones a tomar en cada momento. Por ello, cada partida se desarrollará diferente y siempre será muy disfrutable.
Creo que es justo remarcar las calidades del título, tanto en detalles de diseño al jugar con losetas de 2 alturas sobre un tablero en la propia caja, como en las propias ilustraciones que podemos disfrutar en las preciosas postales. El trabajo de diseño y arte que hay tras este juego merece ser aplaudido.
Por tanto, no puedo hacer otra cosa que recomendar «Paris: La Cité de la Lumière» a todo el mundo (pero ojo, que no es un filler). Creo que prácticamente cualquiera puede disfrutar de él, pues se explica rápido y es fácil de entender. Además es bonito y ocupa lo justo. Si alguien todavía no lo ha probado, está perdiendo el tiempo.
Link de descarga:
https://drive.google.com/file/d/1kZfwJKO0-n3AjD6m4wRnpFJPz1zplQyS/view?usp=sharing
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