P&P 30 Monedas

30 Monedas



30 Monedas es un juego de gestión y tentar a la suerte. Ambos aspectos irán de la mano a lo largo de una aventura plasmada en 3 capítulos, que se basa en la conocida serie de Álex de la Iglesia. Tanto es así, que todo cuanto veremos nos recordará a la misma, partiendo del hecho de que su arte se apoya en los fotogramas de la citada serie. Por todo esto, se ha de reconocer que hay un buen trabajo de ambientación detrás, pero no tanto por el aspecto visual, sino por su conjugación de mecánicas, que aportan sensaciones muy familiares a lo que transmite la serie, salvando las distancias existentes por ser 2 elementos de entretenimiento, en el fondo, muy diferentes.

El agobio, la presión al verse abrumado por tantas adversidades, el llegar al límite… Todas esas sensaciones las vemos reflejadas en los protagonistas de la serie. Ahora serán los jugadores quienes se pondrán en sus pieles para intentar llegar a buen puerto. La mecánica de gestión de 30 monedas se basa en el manejo de las cartas y el uso de los diversos contadores que podemos encontrar por los tableros de los héroes, pero también por otros muchos componentes. Será vital prever los acontecimientos que puedan pasar, quizás no para evitarlos, pues no siempre tendremos esa opción, pero sí para elegir el mal menor o para intentar amortiguar las consecuencias.

En ese aspecto el juego es exigente, mucho más en su modalidad difícil, como es obvio. Un par de errores encadenados y la partida se va al garete. Por tanto, estar concentrado y ser comunicativo, si se juega en pareja, será vital para poder estar a la altura de las circunstancias.



Comenté que tentar a la suerte era otro de los pilares de 30 Monedas y esto lo notaremos cuando lancemos el dado o cuando vayamos descubriendo cartas. El dado es obvio que es un factor de azar total, pero que se puede manipular para que las probabilidades de éxito sean más favorables, ya sea gastando contadores para necesitar tiradas más sencillas o haciendo uso de la fe para repetir tiradas nefastas.

La aparición de cartas de cainitas, así como de eventos o de misión, podrán ser mejores o peores para la situación de la partida, pero será algo completamente circunstancial, ya que lo que en una partida te viene aceptablemente, en otra puede ser una gran losa. Lo que es cierto, es que a la hora de robar cartas de personaje, se podrá intentar conseguir alguna más para la mano, al más puro estilo black jack, sin intentar cruzar el límite de riesgo, para no recibir puntos de amenaza. Unas veces se tendrá suerte y otras no…

Pero esto del azar, es algo comprensible e incluso necesario si se intenta dar ese ambiente de agobio, donde las acciones de los jugadores culminan en desastre o en victoria épica. Es difícil transmitir eso, sin un factor azaroso que aumente la tensión existente durante la partida. Por tanto, el azar, relativamente manipulable de 30 Monedas, es un azar que se entiende y que le sienta perfectamente.

Pero respecto a las cartas de personaje, recordemos que hay que vencer haciendo uso de ellas y son limitadas. Por tanto, en ocasiones será importante no sacar cartas, dejando algunas disponibles para momentos de mayor tensión. En una partida ya nos quedamos sin cartas justo al final… Por falta de 2 cartas no conseguimos la victoria. En nuestro caso, ya casi por curiosidad, barajamos los descartes y creamos un nuevo mazo de robo, cosa que se indica en el manual que no se debe hacer. Por ello, sabemos que estuvimos sólo a 2 cartas de la victoria.



De todas formas, en partidas posteriores conseguimos ganar. Para ello, tuvimos que tener mucha cautela, centrarnos en las misiones y en los efectos de los cainitas, no ser derrochadores e intentar optimizar cada turno al máximo. Obviamente, esto lo conseguimos a dificultad normal, ya que en difícil nos han apaleado inmisericordemente. Esto hará que haya partidas que duren 10 minutos si no pasas del primer capítulo y otras que podrán llegar a los 45 minutos si se juega hasta el final en pareja, ya que habrá cierto tiempo que se use para la comunicación. Lo que sí se agradece es que la preparación es rápida y sencilla, igual que al recoger ordenadamente el juego.

Con todo esto, se nota que 30 Monedas cuenta con cierta rejugabilidad. No siempre te recorres los 3 capítulos y no salen todas las cartas de cainitas, misiones ni eventos. Siempre habrá cierta variabilidad en lo que ocurra y en su orden. Por ello, hemos notado sensaciones relativamente diferentes en todas las partidas, aunque pese a ello, no diré que no agradecería algunas cartas extra más…



La escalabilidad de 30 Monedas es clara y muy limitada. Es un juego en solitario, que es perfectamente disfrutable en pareja. Las diferencias de jugarlo de una u otra forma, en cuanto a mecánicas es que el límite de cartas pasa de 5 a 4 y, que a 2 existe una reserva común, concepto muy interesante que le da un pequeño plus a la gestión de cartas cuando se conforma una moneda. Obviamente a 2 jugadores, cada uno de ellos jugará uno de los turnos, en vez todos el mismo, pero os aseguro que la tensión viendo jugar al otro y debatiendo con esa persona la forma de afrontar los retos, es tan divertido como hacerlo uno mismo. Al fin y al cabo, ambos empujáis en la misma dirección y lo que te deje tu compañero (más lo que pueda surgir) será a lo que debas hacer frente en el siguiente turno.

Es verdad que los tableros no son para echar cohetes, que las cartas no son muy agraciadas al tacto e, incluso, que el arte puede resultar poco atractivo. Es más, esa tonalidad tan oscura, especialmente en el tablero central, complica vislumbrar todo con facilidad, para mi gusto. Por otro lado, también hay que tener en cuenta el rango de precios en el que se mueve el juego y todo lo que ofrece, que no es poco. De esta manera, todo lo negativo que se ha mencionado queda un poco en segundo plano.



Por todo ello, recomiendo encarecidamente 30 Monedas a todo el que se atreva a hacer frente a las hordas del mal, tanto en solitario como en compañía. No esperéis un mal producto, un mero derivado de una licencia televisiva que tiene como objetivo un público general o incluso ajeno a los juegos de mesa. Este juego está pensado para jugones, pudiendo hacérseles bola a los más noveles en la afición. Os entregará partidas agobiantes e inmisericordes, derrotas humillantes, pero de vez en cuando, muy de vez en cuando, alguna que otra victoria épica que podréis recordar.

Link de descarga:

https://drive.google.com/file/d/1fvHf0S1sLCISd3hF8x_5WusYDtxnESoW/view?usp=sharing

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