KINGDOM BUILDER
En Kingdom Builder nos ponemos en el papel de constructores que especulan todo el tiempo con los terrenos del reino. Podemos expropiar casas, derrumbarlas y volver a construirlas unos metros más allá. Además edificando en los terrenos, teniendo en cuenta los tres objetivos que hayan salido al principio de la partida, ganaremos pepitas de oro. Y si eres el que más gana… ¿Adivina?
El juego se extiende a lo largo de una serie de turnos, siendo el primero que termine de construir todas sus casas, el que desencadene el final de la partida.
La dinámica del juego es super sencilla: tienes un mazo de tipos de terreno boca abajo en el centro de la mesa. Cada jugador en su turno, tiene que coger una carta y enseñarla al resto de jugadores. En ese momento tendrá que colocar tres asentamientos en el tipo de terreno que coincida con la carta que acaba de levantar (desierto, flores, bosque, césped o barrancos), siempre teniendo en cuenta que va a tener que hacerlo colindando con otros asentamientos que tenga ya colocados en el tablero. Si esto no fuera posible, la cosa cambia, porque entonces si que podremos elegir cualquier zona del tablero que coincida con nuestra carta.
El juego se extiende a lo largo de una serie de turnos, siendo el primero que termine de construir todas sus casas, el que desencadene el final de la partida.
La dinámica del juego es super sencilla: tienes un mazo de tipos de terreno boca abajo en el centro de la mesa. Cada jugador en su turno, tiene que coger una carta y enseñarla al resto de jugadores. En ese momento tendrá que colocar tres asentamientos en el tipo de terreno que coincida con la carta que acaba de levantar (desierto, flores, bosque, césped o barrancos), siempre teniendo en cuenta que va a tener que hacerlo colindando con otros asentamientos que tenga ya colocados en el tablero. Si esto no fuera posible, la cosa cambia, porque entonces si que podremos elegir cualquier zona del tablero que coincida con nuestra carta.
Además de esto, hay que saber que cuando construimos casas adyacentes a un lugar especial, podremos llevarnos a nuestra área de jugador, una loseta que nos permitirá hacer acciones especiales en nuestro turno, antes o después de la acción obligatoria de la que os hablábamos antes.
Esas losetas normalmente nos permitirán construir una casa más o mover casas de un sitio a otro (o lo que es lo mismo, expropiar casas, destruirlas y construirlas unos metros más allá)
Al final de la partida y teniendo en cuenta las tres cartas de objetivos, sumaremos los correspondientes puntos (pepitas de oro) en el track, resultando ganador el que más haya conseguido.
Kingdom Builder es uno de esos juegos que o te gusta o lo odias. Lo que esta claro es que se ha llevado muchas tortas, a mi parecer injustas, por ser el sucesor de Dominion. Seguro que algún hermano pequeño se siente identificado: tu hermano mayor no para de sacar sobresalientes y tu siempre con los aprobados raspados. Son aprobados, pero todo el mundo espera más de ti… pues eso.
Kingdom Builder es un juego tremendamente sencillo pero que, a pesar de hay gente que asegura que se puede jugar activando el botón de piloto automático, creo que lejos de eso, ofrece millones de posibilidades a cada cual más interesante y que sólo utilizando de manera inteligente tus acciones especiales y cartas, podrás ganar la partida.
Lo que si es verdad es que el juego se merece unas cuantas partidas, porque en las primeras es muy difícil ver esas posibilidades de las que hablamos. Así que no lo abandonéis a la primera de cambio, él no lo haría.
El tema está super pegado y la gente pretende entender cómo las casas pueden «saltar» de unas zonas del tablero a otras. Lo puedo llegar a entender pero… ¿A caso los euros no se caracterizan por esto?
Otra crítica que no para de repetirse es que el juego es demasiado azaroso porque tienes que adaptarte continuamente a la carta que levantas en tu turno y es verdad, pero precisamente el saber adaptarte a lo que llega, es lo que marca la diferencia entre un buen jugador y otro que no lo es. Además, hay por ahí una variante que te permite coger tres cartas del mazo en lugar de una y elegir una de las tres en tu turno, haciendo que todo esté más «controlado».
Los componentes son de muy buena calidad, con unos tableros gruesos, losetas, madera y muchas bolsas zip para tenerlo todo ordenado, aunque la edición alemana que he utilizado para hacer la reseña, incorpora unos colores en las casas que no me gustan nada de nada. Ese naranja, el negro… hay alguna edición por ahí con unos colores más normales que hacen que el juego desplegado, luzca más.
El juego escala más o menos bien. Es verdad que a más jugadores hay más disputas por los terrenos, pero a dos sigue siendo un buen juego. Eso si, interacción poquita.
Otra carácterística positiva es que es muy rejugable: en la caja tenemos un montón de tableros de los cuales sólo utilizamos 4 en cada partida. Eso y los 12 objetivos (entre los que elegimos sólo 3) hace que cada vez que juguemos, veamos cositas nuevas. Y si se te queda corto, siempre tienes la posibilidad de comprar una de las miles de expansiones que existen.
Como habréis podido ver en las fotos, el juego es independiente del idioma, exceptuando las cartas de objetivo, que llevan un pequeño texto. Esto es un detalle sin importancia, porque gracias al trabajo de algunos, podemos disfrutar de la tradumaquetación. ¡Imprimir y pegar!
Cerrando ya la reseña, yo no puedo hacer más que recomendar este juego, sobre todo si llevas poco tiempo en esto y quieres dar un pequeño paso más allá. También lo veo super recomendable para jugones, pero cuidado… no esperéis de él, lo mismo que esperaría tu padre de ti, teniendo un hermano como el que tienes. Pero tampoco caigas en prejuicios… a veces el de los aprobados raspados, termina llegando a la luna.
Link de descarga :
https://drive.google.com/file/d/1slV0_6L3myYdFBr1DwOH1HsQW7CgpJIQ/view?usp=sharing
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