AGRICOLA
Agrícola nos transporta al mundo rural. Somos una pareja que vive en una choza de madera con poco más que algunas herramientas un trozo de tierra y mucho trabajo por delante. Y es que la comida no se va a hacer sola así que si queremos subsistir más nos vale ponernos manos a la obra.
¿Cómo jugar a Agrícola?
Agrícola es un juego de colocación de trabajadores que se juega a lo largo de catorce rondas divididos en seis eras que terminan siempre con una fase de cosecha. En el tablero central tendremos diversas acciones a las que podremos mandar a los miembros de nuestra familia.
Desde arar un campo, a conseguir madera pasando por aprender un oficio, reformar y ampliar nuestra choza hasta conseguir animales o hortalizas para sembrar. A medida que avance la partida también podremos ampliar nuestra familia para tener más manos para trabajar pero también más bocas que alimentar.
Al final de cada era en la fase de cosecha podremos recoger los frutos de nuestros campos, los animales criarán pero también deberemos dar de comer a cada miembro de nuestra familia, ya sea habiendo horneando pan o pasando algún animal por el cuchillo.
La partida finaliza al final de la era seis y obtendremos puntos en todas y cada una de las varias categorías: campos arados, tamaño de nuestra casa, cantidad y tipos de animales, cantidad y tipo de hortalizas etc.
El juego prima diversidad y en la mayoría de las categorías su puntuación máxima es de 4 puntos y si no hemos conseguido hacer nada en ese apartado perderemos 1 punto.
El jugador que haya conseguido más puntos será el vencedor y podrá contemplar el fruto de su trabajo al ver una granja perfectamente bien construida delante suyo.
Agricola es el juego que catapultó a la fama a Uwe Rosenberg popularizando definitivamente los juegos de colocación de trabajadores. La perfecta combinación entre mecánicas y temática consiguieron que una temática a priori tan poco emocionante como cultivar para alimentar a nuestra familia fuese un auténtico éxito.
En su edición original el juego destacó por una producción sublime. Un juego de uno a cinco jugadores cuando los juegos en solitario no abundaban y el rango de 2 a 4 seguía siendo el más habitual. Además el juego usa cartas y tableros modulares para escalar las acciones disponibles haciendo que el juego funcione perfectamente a todos los rangos.
A esto hay que añadirle los tres mazos de oficios y adquisiciones menores para adaptar la complejidad del juego y que le proporcionan una rejugabilidad prácticamente infinita. Eso por no hablar del modo de juego familiar en donde se usaban las otras caras de los tableros y en la que se prescinde de las cartas para hacer el juego más asequible. (la versión actual se ha dividido en dos siendo una de ellas la familiar y la otra la equivalente a la compleja).
Si hay algo que caracteriza al juego y que suele separar a sus defensores de sus detractores es sin duda el agobio que produce el tener que alimentar al final de cada era. Esto hace que no solo tengamos que competir con los demás jugadores para tener la mejor granja si no que además tenemos que competir contra el juego para ser capaces de generar la comida necesaria par alimentar a nuestra familia.
Agrícola es sin duda uno de los mejores diseños de juegos de mesa. El mero hecho de que una carta de oficio o de adquisición menor pueda darte una estrategia distinta para enfocar la partida es genial. Agrícola debería estar en toda ludoteca que se precie ya que es uno de esos diseños que a día de hoy me sigue pareciendo increíble que alguien fuese capaz de diseñar.