P&P Glasgow

 Glasgow



En Glasgow , los jugadores recorren la ciudad (de forma abstracta) para recolectar recursos, realizar acciones especiales y, lo más importante, construir edificios.



Construye una fábrica y recibirás más bienes de ella cuando se construyan otros edificios en las áreas correctas en relación con ella; construye una estación de tren, y puedes o no obtener puntos de ella dependiendo de qué más construyas; construye un monumento, y simplemente acumularás muchos puntos, y al final, los puntos son lo que importa.



Con un poco más de detalle, para configurar el juego, coloque un anillo de figuras de la ciudad al azar, con dos de ellas eliminadas del juego en cada juego. Quien esté más atrás en el círculo alrededor de la ciudad toma el siguiente turno, avanzando hacia la figura de la ciudad que quiera visitar. La mayoría de ellos le brindan recursos (ladrillo, acero o dinero) y tiene un límite en la cantidad de recursos de cada tipo que puede tener.



 Algunas figuras tienen dos planos de construcción aleatorios, y si visitas uno con los recursos adecuados, puedes pagarlos y luego construir algo. ¡Si pagas más, también puedes construir algo más!.



El primer edificio se coloca en cualquier lugar en medio del juego, luego cada edificio subsiguiente se coloca junto a algo ya construido, y los edificios finalmente llenan una cuadrícula de 4x5 (o 5x4, según avanza el juego) de creación propia de los jugadores.



Tan pronto como se erige el vigésimo edificio, el juego termina y los jugadores ganan puntos por lo que construyeron. ¿Quién ha contribuido más al estado actual de Glasgow?

Link de descarga:

https://drive.google.com/file/d/1nsQnvjqH8PmhVNkQ_EnggxLTdN2FqpBz/view?usp=sharing


P&P Saboteur

Saboteur



Saboteur es un juego de cartas fácil y rápido, lo que algunos llamarían «filler«. La palabra, fuera del mundo de los juegos de mesa no dice demasiado (salvo relleno en inglés), así que diremos que es un juego casual, pequeño, de reglas sencillas y que puede jugar casi cualquiera que tenga 2 minutos para escuchar unas reglas muy básicas.

Pueden jugar de 3 a 10 jugadores, a partir de 8 años y tiene una duración de 30 minutos. Ocupa realmente poco, más o menos como una baraja un poco grande, así que se puede llevar a cualquier parte, pero atado con una goma, porque la caja no sujeta las cartas, al menos en la versión que tenemos nosotros.

Se necesita una superficie plana para jugar (mesa, suelo…) y, en ella se jugará en una cuadrícula imaginaria, que se irá rellenando con las cartas de túnel según avance la partida.



Historia

Una mina, un grupo de enanos y la promesa de encontrar oro al final. Nada más emocionante. Para llegar al oro habrá que excavar túneles casi a ciegas, enfrentarse a derrumbamientos o problemas con el equipo de excavación de baja calidad y conseguir llegar antes que los demás.

Y por si fuera poco, puede haber enanos saboteadores que harán todo lo posible por entorpecer el camino. Estos malditos enanos estropearán los planes de los trabajadores incansables, ya que su único propósito es verles fallar.



Componentes

Pocos componentes: cartas, instrucciones y la caja que las recubre.

Tenemos estos tipos de cartas:

  • Carta de salida: Tiene una escalera dibujada en ella, que es por donde entran los enanos a la mina.
  • 3 cartas de destino: 1 con pepita de oro.
  • 40 cartas de túnel.
  • 27 cartas de acción (van mezcladas con las de túnel).
  • 28 cartas de pepitas de anverso dorado, es decir, los puntos.
  • 7 cartas de enanos mineros y 4 de saboteadores

¿Cómo se juega?

Primero se colocan 4 cartas en la mesa: la escalera de entrada y las 3 cartas de llegada (una de las cuales es oro) boca abajo, en una cuadrícula imaginaria de 9×5 (aunque puede crecer).

Se reparte un personaje a cada jugador que se mantendrá oculto de los demás jugadores. Dependiendo del número de jugadores se usan las siguientes cartas (de túnel y acción) y personajes:

JUGADORESSABOTEADORESMINEROSCARTAS A REPARTIR
3136
4146
5246
6255
7355
8364
9374
10474

Por ejemplo, para una partida de 4 jugadores, se reparten 6 cartas a cada uno y se mezclan 4 mineros con 1 saboteador. Se reparte un personaje a cada jugador, así quedará una carta sin repartir que será una incógnita.



El resto de cartas se dejan en un mazo para robar. Al lado se pondrán los descartes.

El juego se juega en 3 rondas, en las cuales se vuelve a poner todo como al principio y se vuelven a repartir personajes. Un mismo jugador puede jugar como minero y saboteador en una misma partida.



Cada ronda

Cada jugador, por turnos puede hacer una de estas 3 acciones:

  • Poner una carta de túnel
  • Jugar una carta de acción sobre un jugador o sobre uno mismo
  • Descartarse de una carta. Es decir, pasar.

Acto seguido tendrá que robar una carta.

El objetivo de los enanos es llegar a la pepita de oro excavando el túnel. El objetivo de los saboteadores es hacer que los enanos excavadores no consigan llegar al oro.

La ronda se acaba cuando se llega a la pepita de oro o no quedan cartas que jugar: se han agotado las cartas de la pila y las de la mano de los jugadores.

Al terminar una ronda se puntúa de la siguiente manera:

Si ganan los mineros buenos, se cogen tantas cartas de pepitas como jugadores (excepto si hay 10 que sólo se cogen 9 cartas) y se van pasando de minero a minero, empezando por el que ha llegado a la pepita. Puede haber jugadores que consigan 2 cartas. Los saboteadores no ganan puntos.

Si ganan los saboteadores, se les da 2 pepitas a cada uno.



Saboteur es un juego ameno para enseñar a cualquier persona, habituada a jugar o no. Por su rapidez de asimilación de las reglas y partidas dinámicas, no os extrañéis si los recién bautizados con él piden la revancha.

Que haya saboteadores y enanos «buenos»,  le da un toque picante al asunto. Eso de tener que ocultar la identidad para poder jugar sin que te descubran y que se pueda cooperar o luchar, seas del bando que seas, es bastante divertido.

Lo mejor, sin duda son las discusiones que se montan en torno a lo que eres o no eres.

– ¡Se te rompe el pico!
– Pero, ¡que soy compañero!
– Qué mentirosooooo. ¡Pero si te has cargado dos veces el camino!
– Porque ibais mal, que sé dónde está la pepita de oro.
– Venga sí, pues que te ayude otro…

Lo peor es que se hace repetitivo. Sufre del efecto cinquillo, que es que es rejugable sólo hasta el momento en el que te apetece jugar al monopoly y eso, amigos, es un mal síntoma.



Link de descarga:

https://drive.google.com/file/d/197rXPl9Z-YUgnbKXOAyxa8tr-aVVJXmI/view?usp=sharing




P&P Campos de Arle

Campos de Arle Así se nos presenta este   Campos de Arle , un juego diseñado por el gran Uwe Rosenberg de carácter continuista respecto a tí...